Económico y muy fácil de elaborar, como ingrediente principal las patatas, un plato indispensable en nuestra dieta, que acompañado con algún ingrediente más queda espectacular.
Esta receta no tiene casi ninguna caloría. Plato que puedes consumir frío o caliente. Ideal para un segundo plato o plato único para la cena. Esta hortaliza de bonito color morado? La podemos cocinar de muchas maneras, a la plancha, rellena y rebozada, rebozada en rodajas. Hoy vamos a hacer el plato más completo añadiéndole unas verduras que vamos a rehogar y después introduciremos al horno para gratinar.
Ingredientes (2 personas):
2 berenjenas medianas (anchas).
1 lata de atún en aceite de oliva.
1 cebolla mediana.
1 diente de ajo.
1 pimiento verde.
1 pimiento rojo.
1 calabacín.
Champiñones.
1 tomate (maduro).
Aceite de oliva.
Sal.
Perejil.
1 vasito de vino blanco.
Tiempo: 40 minutos.
Dificultad: baja.
Preparación:
Prepara todas las verduras.
Corta la berenjena en dos partes, hazle unos cortes por encima, rocía con aceite de oliva y métela en el microondas unos minutos hasta que esté blanda.
Sácale toda la pulpa, dejando solo la piel y resérvala.
Pon una sartén al fuego con un poco de aceite. Añade todas las verduras cortadas en juliana y deja cocinar lentamente hasta que esté bien pochada. Añade sal y un vasito de vino blanco, remueve. Añade el atún. Deja que reduzca el vino y rellena con esa mezcla la berenjenas.
Ponle por encima queso rallado o lonchas para gratinar.
Precalienta el horno a 180ºC durante 10 minutos.
Coloca las berenjenas en la fuente de horno, introduce y deja que se hagan durante 15 o 20 minutos o cuando esté el queso bien dorado.
Sirve bien calientes (hay a quién le gustan frías), eso ya lo dejo a tu gusto.
¡Están buenísimas!
Sugerencia:
Rellenas de carne y bechamel por encima, también están buenísimas!!
Receta tradicional de la cocina española. Plato muy sabroso y apetecible con ese color negro que lo caracteriza. Y si los acompañamos de arroz blanco, tendremos un plato completo. Muy fácil de elaborar.
Este plato es especialmente importante para mi, valga la redundancia. El motivo es que fue el primer plato que cociné cuando me fui de casa de mis padres, ya ha llovido desde entonces, pero aún lo recuerdo. Piensas que te va a quedar fatal por ser el primero, pero no fue así.
Señal de que apuntaba buenas maneras como cocinera, o lo que es más cierto… ¡que es una receta muy fácil!