Aunque este potaje es típico de Cuaresma, es un plato que viene bien en cualquier momento del año, especialmente en invierno.
Es una receta bastante completa, por lo que puede servir perfectamente como plato único.
Os recomiendo que tengáis un buen sofá a mano para echar una siesta al terminar, os va a dejar muy satisfechos.
Ingredientes: (5 personas).
- 500gr. de garbanzos.
- 1 lomo de bacalao (en trozos).
- Medio kilo de espinacas.
- Medio kilo de calamares (1 calamar o anillas).
- Medio kilo de almejas.
- Un puño de arroz.
- 1 cucharada de pimentón dulce.
- 2 huevos duros.
- 1 cucharada de harina.
- Aceite de oliva.
- Sal.
- Agua.
- 1 cebolla.
- Ajo.
- Perejil.
- 2 hojas de laurel.
Tiempo: 1 hora y 30 minutos.
Dificultad: media.
Preparación:
Antes de empezar a cocinar, deja los garbanzos en agua templada a remojo durante la noche anterior.
Y echa un puñado de sal para que los garbanzos queden más suaves.
Desala el bacalao: déjalo en un recipiente con abundante agua fría desde la noche anterior.
Puedes cambiar el agua varias veces.
Finalmente, lávalo antes de empezar a cocinarlo, para acabar de retirar restos de sal.
Cuece las espinacas y los huevos y resérvalos.
En una olla se pone agua a calentar, se echan los garbanzos, los calamares,
la cebolla (picada), el ajo, el laurel, el perejil y el bacalao.
Reserva unos trozos de bacalao para más tarde.
Cuando comience a hervir, desespumar con una espumadera. (Quitar la espuma que se forma).
Cerramos la olla y dejamos cocer durante 45 minutos en olla normal o 15 si es rápida.
Pasado ese tiempo, se abre la olla y se echan las almejas lavadas y el arroz.
En una sartén se pone aceite, se frien unos ajos en láminas,
se pasa el bacalao que habíamos reservado, por harina y se fríe (vuelta y vuelta) y se incorpora a la olla.
En el aceite restante se echa una cucharada de harina y una cucharadita de pimentón,
con cuidado que no se queme, vierte todo en la olla.
Coge un poco de caldo y disuelve las yemas de los huevos ya cocidos con la ayuda de la mano del mortero.
Incorpóralo a la olla.
Añade la sal y las espinacas ya cocidas y escurridas y déjalo cocer todo 10 minutos más.
Añade más agua si fuese necesario.
Pasado este tiempo, pica en trozos el huevo duro para adornar.
Sugerencia:
Puedes hacer un par de raciones más y dejarlo para el día siguiente.
¡El potaje del día después está mucho más sabroso!
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