Este es uno de los platos que más aceptación tiene entre mis familiares y amigos.
En general las croquetas se pueden hacer de muchas cosas, aprovechando la comida sobrante del cocido, de pollo, de boletus, de carne, de jamón, de calamares en su tinta, de chorizo y huevo.
Ahora están muy de moda las de farinato ¿No sabéis qué es el farinato?
Farinato es un embutido muy típico de mi tierra, Salamanca.
Las que hoy sugiero y explico son de atún y huevo cocido.
Ingredientes: (40 apróximadamente).
- 1 lata grande de atún.
- 3 huevos duros.
- 3 huevos crudos para batir.
- 6 cucharadas de harina de trigo.
- Pan rallado o panko
- 1 litro de leche.
- Aceite de oliva.
- Sal.
Preparación:
La clave de las croquetas está en la masa.
Tienes que tener mucha paciencia, remover despacio para que quede en su punto.
Si quieres comida rápida, esta no es tu receta. 😉
Pica en un plato los tres huevos cocidos y mezcla con el atún desmenuzado.
En una sartén grande pon un poco de aceite de oliva cubriendo el fondo, y cuando esté caliente rehoga el atún y el huevo.
Cuando esté listo, ve incorporando poco a poco la harina, dando vueltas cuidando que no se pegue hasta que coja color, si no sabría a crudo.
Ponlo a fuego lento para que esto no pase y ve incorporando la leche poco a poco y removiendo con cuidado, pon sal a tu gusto.
la masa estará lista cuando por si misma se despegue de la sartén, ese es el truco de la cocinera.
Aparta la masa y extiéndela en una fuente alargada.
Luego déjala enfriar durante unas cuatro horas a temperatura ambiente.
- Rehoga
- Añade la harina y la leche poco a poco sin dejar de mover.
- Ahora extendemos la masa y la dejamos enfriar.
Una vez que la masa se haya enfriado, procederemos a hacer las croquetas.
En una fuente bate tres o cuatro huevos y en otra pon el pan rallado para envolver las croquetas.
Con un tenedor, o dos cucharas, ve cogiendo porciones pequeñas de la masa y con las manos (bien lavadas) se le van dando forma alargada, procurando que queden todas del mismo tamaño (hay quien las prefiere redondas, lo dejo a gusto de cada cual).
Se van poniendo en el huevo batido y acto seguido al pan rallado.
Hay quien antes las pasa también por harina.
Las dejamos que se airén un poco con el pan rallado.
Cuando estén todas preparadas, fríelas de cinco en cinco en aceite bien caliente,
de esta forma conseguiremos que por fuera queden crujientes y por dentro suaves.
Cuando estén bien doradas, ve apartándolas hasta acabar con todas.
Pon papel de cocina absorbente cuando saques las croquetas de la sartén, así no tendrán tanto aceite.
Y si no quieres freír todas, las puedes congelar, eso si, cuando las quieras utilizar, ponlas a temperatura ambiente un par de horas.
¡Deliciosas!
También las hemos hecho de calamares en su tinta.
Mirad que buenas nos han quedado 😉
Sugerencia:
- Un truco para que te queden más crujientes:
Haz pan rallado tu misma con una barra de pan del día anterior.
Pícalo grueso en la picadora o con un rallador, se chuparán los dedos!! 😉
Al freírlas pondremos en la sartén un casco de cebolla, le dan un sabor muy especial.
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