Delicioso aperitivo o merienda.
¿Quién ha dicho que no le gustan las croquetas?
Las podéis hacer de cualquier ingrediente que os guste, la preparación es casi la misma.
De jamón, de bacalao, de boletus, de atún, de pollo, de calamares en su tinta, de restos de las carnes del cocido, etc.
La receta de hoy es de atún y huevo duro, en mi casa, junto con las de jamón, y de cocido, son las preferidas.
Os enseñaré también las de calamares en su tinta que quedan buenísimas.
Ingredientes:
- 1 litro de leche entera.
- 5 cucharadas de harina.
- 3 huevos cocidos.
- 1 lata de atún en aceite de oliva
- Pan rallado o panko japonés
- 3 huevos para batir.
- Aceite de oliva o mantequilla.
- Sal.
- Cebolla (opcional).
Tiempo: 40 minutos: (más la espera de enfríar la masa).
Dificultad: media.
Preparación:
Nos disponemos a hacer la masa; pon una sartén al fuego con aceite de oliva o mantequilla a calentar.
Corta muy fina la cebolla, un trocito y es opcional, si no os gusta la suprimis, la pochas y añades el atún en desmigajado y los huevos que previamente habrás cocido partidos en trocitos muy pequeños, rehoga todo bien y añades la harina.
Remueve todo bien utilizando siempre una cuchara de madera.
Deja que la harina tome color, si no sabría a crudo.
Ahora, y sin dejar de remover ve añadiendo poco a poco la leche, baja el fuego para que se haga lentamente y no dejes de remover con movimientos envolventes.
Añade sal a tu gusto.
La masa tiene que quedar muy cremosa.
Sabrás cuando la masa esté en su punto cuando se desprenda sola de la sartén, solo entonces es cuando la retiras del fuego y la extiendes en una fuente.
Deja enfriar al menos cuatro horas a temperatura ambiente.
Pasado el tiempo, y con ayuda de un tenedor o con dos cucharas ve cogiendo porciones de masa, dales forma con las manos y pásalas primero por harina, huevo batido y después por pan rallado.
Pon al fuego una sartén pequeña con abundante aceite y cuando esté bien caliente ve echando las croquetas de cuatro en cuatro, así se dorarán por todos los lados. quedarán muy cremosas por dentro y crujientes y doradas por fuera.
Ya os he dicho que las podéis hacer de los ingredientes que os gusten, aquí os dejo alguna variedad.
De mejillones en escabeche.
De jamón serrano.
De sobras de cocido que quedan buenísimas!
De calamares en su tinta y de chorizo y huevo ¡Deliciosas!
Sugerencia:
Si utilizáis Panko japonés (pan rallado) os quedarán muy crujientes.
Si queréis hacer muchas las podéis congelar, eso si, cuando queráis cocinarlas las tenéis que sacar con tiempo del congelador.
¿Habéis probado las de chorizo? Os aseguro que están riquísimas.
Nunca las hagáis congeladas, quedarán heladas por dentro y no quedarán ricas.
Ya sabéis que cuanto más cremosas os gusten, menos harina y más leche hay que ponerle.
Las podéis acompañar de una ensalada de rúcula, de lechuga con tomate o cualquier variedad que os guste.
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