Son dulces típicos navideños, de carnaval, o de semana santa y son muy fáciles de elaborar.
¿Porqué no comerlos en cualquier época del año que nos apetezca?
Pues lo mejor es hacerlos en cualquier época del año.
Así nos damos un capricho.
Ingredientes:
- 300gr de harina de trigo.
- 1 vaso de vino dulce.
- 1 vaso de aceite de oliva suave para la masa
- Aceite de oliva para freír.
- Piel de limón.
- 1 pizca de sal.
- 100gr. de miel.
- Agua.
Tiempo: 30 minutos más el tiempo de reposo de la masa.
Dificultad: baja.
Preparación:
Pon un cazo al fuego con el aceite, cuando esté bien caliente, pon la piel del limón, deja unos minutos y retira del fuego para que se temple.
En un bol ponemos la harina, el vino y el aceite que hemos aromatizado con la piel de limón, mezclamos todo bien con una paleta o cuchara de madera.
Hacemos una bola con la masa y dejamos que repose 30 minutos tapada con un paño.
Ahora ponemos la masa sobre la encimera y la trabajamos con el rodillo hasta que quede fina.
La cortamos en cuadros pequeños y doblamos los extremos opuestos.
Ponemos una sartén con aceite al fuego, cuando esté caliente vamos friendo los pestiños poco a poco, hasta que estén dorados.
Los sacamos sobre papel absorbente.
Hacemos un almibar con miel, la templamos y añadimos un poco de agua y removemos.
Cuando estén todos, los bañamos en la miel y escurrimos sobre una rejilla.
Dejamos que se enfríen y……
¡Ya podemos degustarlos!
Sugerencia:
También los puedes rociar con azúcar glas y canela, en algunos sitios los hacen así, pero los verdaderos pestiños son con miel.
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